El nombre del poblado es en honor a San Jacinto, santo muy venerado por sus obras de caridad que dejaron huella entre los fervientes católico. San Jacinto nació en Oppeln en 1185; en el año 1219, Jacinto hijo del conde Konskie de Polonia, se inicia en la vocación sacerdotal dentro de la orden de los dominicos.
Fundó conventos en Corintia, Cracovia, Praga y Olmutz. Para la gente de Polonia, Jacinto Konskie era un hombre de espíritu visionario. En su vida hubo de recorrer muchos pantanos, tierras frías, bosques y llanuras. Dejaba a su paso el fervor católico, llamando apóstoles y guardianes de la fe a sus seguidores y colaboradores.
San Jacinto murió en Cracovia en 1257, el día de la Asunción de la Virgen. Es el patrono nacional de Polonia, llamado apóstol de los eslavos.